lunes, 19 de mayo de 2014

Hay vamos avanzando ¡Ánimo perro!


Aquí estoy con uno de los cientos de huesos que me han regalado en el Barrio Chino.



16/05/2014 08:35:03 a.m. Pues sigue el trato de darme un lugar en este mundo y hay vamos en la corrección o más bien en el acomodo final del texto y para empezar ya salieron más de 10 cuartillas que se le habían pasado ósea que ahora en este momento van 121 y nos estamos dando cuenta que hay lagunas tremendas de tiempo sin informar nada. El caso es que si relleno ya no va a tener la frescura de mis primeras letras, esa decisión la tomaremos más adelante. Mi padre no tarda en dar noticia con su libro de Visitando al Diablo, parece que no tarda en salir. Esto lo pone de mejor humor. Y llegamos a la conclusión que no vamos a poner todos los cuentos que me chingo. Dice que el  cuento pasado me pasé de la raya con la trata de perros de la Condesa. Que en vez de atraer lectores ya los estoy perdiendo esto es un poco confuso ya que soy un perro intelectual, oscuro, mis letras son como ladridos extraídos del Barrio Chino en tiempos que olía a opio y heroína. En fin me disciplino y para mi mejor. Novedades perrunas no hay la vida continúa igual que el primer día de existencia en mi casa. Salvo que cambiamos el recorrido, ahora nos vamos al Jardín de San Juan en las mañanas y tardes. Resulta que no nos dejan pasar por la continuación de Marroquí y mi padre por no estar peleando con los guardias mejor nos vamos a saludar a los viejos amigos. Salí ganando, ahora zurro en tierra como me gusta. Bueno pues tengo un relato  de lo que pasó hace un par de días y como ya me estoy gastando mis 4800 caracteres pues mejor entro rápido al arte de la literatura. Empezamos:
Hace dos, tres días por la mañana estaba tranquilo descansando y mi padre agarró ropa y  las cubetas esto quiere decir que íbamos a ir a la azotea. Antes de salir me dio de desayunar y me di un atracón de arroz con croquetas guisadas por el dueño de casa. Llegamos, él a lavar, yo a dar vueltas a ver a quién encontraba… Nada me eché en el sol y me empecé a calentar con el olor de alguna perra que andaba en celo a kilómetros a la redonda, vi que mi padre estaba platicando con Mary la señora que vive en la azotea y poco a poco me fui deslizando hacía la puerta. Ya en la calle fui a los tacos de carnitas y aspiré todo lo que había en el piso después al Jardín de la casa. A darme las tres con los olores de las perras del edificio de enfrente de casa, en esas estaba y que sale la Simona mi amor imposible. Nos dimos besos, dejó que oliera su cola, corrimos un rato hasta que su mamá la metió. Después ya picado por el olor y un rastro de chis en estado critico pues a seguirlo de nuevo salió lo aventurero y valiéndome madre abandoné la zona permitida. Pasé a los tacos de pastor y me regalaron dos pedacitos que estaban deliciosos, fui a la esquina donde viven cuando menos a cinco enamoradas que tengo y me eché para no gastar energía. Al rato me aburrí y fui a los tacos de carnitas de enfrente al Metropolitan y me regalaron un pedazo de hígado. Para rematar enfilé al metro de Juárez a las taquerías y sin ninguna pena aspiré hasta que me harté. De nuevo a la vigilancia de las perras pero cambié de idea y mejor frente al hotel Hilton a una tanda de caricias. Y si varias mujeres y niños estuvieron conmigo. Conocí a varios perros y me acordé de mi amiga Canela y la fui a buscar frente a relaciones exteriores, no estaba pero mis suegros me dieron agua y ahí me la pasé un buen rato hasta que empezaron a tramar echarme un lazo y avisarle a mi padre y antes que pensaran más que se les ocurría mejor volé. De nuevo al harén a ver quién salía y esperé, esperé y nada. Pasaron las horas y me empecé a preocupar que mi padre no me viniera a buscar. De horas no se mucho pero ya tendría de vago como unas cinco horas. Pero la verdad la pura verdad me sentía muy bien acá de perro vago sin compromisos, muchas veces he tenido esta sensación y más cuando era joven ahora no me voy aunque me corran, mientras no abandoné mi zona puedo pasar varios días en la vagancia…    


Estaba a toda madre jugando con Blas un perro callejero del monumento a la revolución y estaba platicando que la Lola había sobrevivido de la Alameda y me estaba convenciendo que fuéramos a verla que se la pasaba con los chemos de la iglesia de San Judas. Ya íbamos cuando vi Nataly una perrita French que es vecina y su mamá es buena gente conmigo. Me empezó a preguntar por mi padre y yo sin saber que onda, total que la Nataly me da besos y esta saliendo del celo. Me vine con ellas jugando los tres y llegando a la esquina de Independencia que me encuentro de frente con mi padre ¡En la madre! Se veía medio enojado. ¿Yo? Sit  viéndolo cómo esquivador de serpientes venenosas, en el fondo de mi corazón perro contento por encontrarlo…Nunca me ha pegado pero con los  gritos tengo. Platicaron un rato y los cuatro nos fuimos a casa.
 Cuando llegamos me sirvió de comer y a dormir. En este hogar no pasó nada cero violencia verbal o física. Al contrario comprensión y complicidad de amigos. El perro libre volvió a ser: perro hijo de familia.   






m,,,,


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